El feminismo es una lucha social que exige la liberación y la igualdad por y para las mujeres. Esta teoría y práctica política nace tras la toma de conciencia de las mujeres de la discriminación y violencia que sufren. El sistema en el que nacemos, crecemos, nos educamos y vivimos es un sistema patriarcal, que afecta de lleno al desarrollo vital de las mujeres a lo largo de sus vidas.
Desde Juventudes Socialistas de Madrid, tenemos la fuerte convicción de que las y los socialistas debemos tomar parte activa de la revolución feminista. Por ello, como cada año nos sumaremos a la ciudadanía madrileña e inundaremos de violeta las calles, plazas y rincones de nuestra Comunidad.
Son muchas las razones que tenemos las mujeres para unirnos a la lucha feminista y salir a manifestarnos el próximo 8 de marzo.
La primera y más importante de todas es que somos la voz de aquellas mujeres a quienes los hombres, creyéndose dueños de sus cuerpos, han asesinado.
Como mujeres sufrimos una violencia estructural que está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, se manifiesta en forma de violencia económica, psicológica, física, sexual y social. Conocemos y sufrimos todas y cada una de las violencias mencionadas. Por ello, defendemos la aplicación de la Ley de Violencia de Genero y exigimos el cumplimento del Pacto de Estado de la Comunidad de Madrid, además de continuar con la implementación de medidas reales que acaben con la violencia que sufrimos diariamente.
En los espacios públicos y privados, en aquellos que son de ocio o de trabajo, las mujeres sufrimos acoso, hostigamiento y violencia sexual, obligándonos a vivir en un estado de alerta continuo. Desde Juventudes apostamos por la promoción de una educación afectivo sexual que erradique las masculinidades violentas, posesivas y dominantes. Exigimos que se proteja a las víctimas de violencia sexual, ya que como sociedad debemos dejar de naturalizar pensamientos que criminalizan a las víctimas.
Las mujeres seguimos realizando mayoritariamente los trabajos domésticos y de cuidados, nos enfrentamos a contratos con una mayor tasa de temporalidad y se nos sigue negando el acceso a los puestos de dirección. Todo ello nos lleva a unos altos niveles de precarización, por este motivo hablamos de una brecha laboral, salarial, y de una feminización de la pobreza. No podemos permanecer impasibles ante estos hechos y por ello demandamos un incremento en las medidas de género en el ámbito laboral. Es necesaria la sensibilización ante términos como corresponsabilidad o equidad de cuidados.
El próximo 8 de marzo, sumaremos fuerzas y tomaremos impulso viendo que no estamos solas, que existe un gran movimiento que nos apoya para seguir luchando el resto del año contra el sistema patriarcal que nos oprime. Seguiremos luchando incansablemente contra todo tipo de violencia, para garantizar nuestros derechos y libertades.
Nos queremos vivas, libres e iguales.